«Paranormal Activity»: el negocio del miedo casero

Dicen que el miedo es gratis y, sin embargo, el director israelí Oren Peli se ha convertido en una especie de rey Midas de la gran pantalla americana tras amasar más de 100 millones de dólares con su primera película, «Paranormal Activity», un modesto filme de terror de apenas 15.000 dólares de presupuesto. Rodada en una semana (unas 14 horas diarias de media) con dos actores desconocidos (Katie Featherston y Micah Sloat) y un caché de 350 euros cada uno, la película se filmó con una sola cámara de vídeo doméstica, que manejan los propios protagonistas.

La casa del director en San Diego fue el plató de esta historia, que se alimenta del miedo más primitivo, aquél que te pilla solo en la oscuridad del hogar. Una presencia maligna e inquietante perturba las noches de la joven pareja, que decide documentar los extraños fenómenos colocando micrófonos y una cámara de vídeo en su intimidad. El estilo, lo han adivinado, «El proyecto de la bruja de Blair».

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